.Nutrición
LA BUENA Y LA MALA ALIMENTACIÓN
Martes, 31 de Enero del 2012 // 21:35 hs.
La comida no debe ser un premio ni un castigo para los niños
Para que tengamos mejor salud física es
necesario que comamos menos y que nuestra comida sea rica en hidratos de
carbono, contenga un tercio de grasas y el resto que sea cubierto por
proteínas. Y que paralelamente a eso, practiquemos alguna actividad física
diaria.
La
comida no es un premio, no es un castigo, y tampoco debe ser un desahogo a las
tensiones de una persona.
La comida debe tener su lugar, su hora, y su control.
Los grandes responsables por el sobrepeso de un niño son sus padres, aquellos
que determinan lo que se consume en la casa.
El desayuno es muy importante
en la alimentación infantil
los niños consumen más
cantidad de alimentos de la que necesitanNormalmente, sea por los errores, obsesiones, o por el desconocimiento y ignorancia de sus padres,, y su alimentación es muy
rica en grasas, azúcares, presentes en grandes cantidades de carne, en
alimentos precocinados, y en los dulces y bollos. Son niños que no consumen
verduras, legumbres, frutas, ni pescado. A eso también se suma a que muchos
niños ignoran y acaben saliendo de casa sin desayunar.
En la última investigación acerca delsobrepeso en la infancia,
entre otras cosas, se constató de que el 8 por cientode los niños españoles
acuden a la escuela sin haber desayunado. El desayuno es una de las
comidas más importantes del
día, y está directamente implicada en la regulación del peso.
Aciertos
en la alimentación infantil
Cuando
los padres dan a los hijos la atención debida y se preocupan por su
alimentación, las posibilidades de que sufran sobrepeso son bajas. El control
de los adultos es fundamental a la hora de prevenir la obesidad infantil. Para
eso es necesario obedecer a algunas pautas alimenticias, considerando que los primeros
años de vida de un niño son cruciales en su educación:
- A los
bebés no hay que darles el pecho totalmente según la demanda que presente;
desde el principio se debe enseñarles a alimentarse bien y a su momento debido.
-
Cuando el bebé llora no se debe ofrecerle el pecho así, a la primera, sin antes
detectar la causa del llanto y intentar calmarle. El dar el pecho, de forma
indiscriminada, puede llevar a que el bebé, cuando sea mayor, recurra a la
comida cuando sufra algún malestar.
-
Visitar periódicamente al pediatra, cuando vea necesario o en las revisiones
determinadas por el centro de salud. Se ha demostrado que un niño que sigue el
control médico tiene menos posibilidades de sufrir obesidad o cualquier otra
enfermedad.
- Seguir las dietas alimenticias que pasará el pediatra al bebé, mes a mes.
Es decir, respetando e introduciendo los alimentos según la edad que tenga el niño.
Es un buen medio de prevención.
- Hacer
con que el bebé, hasta los dos años de edad haya probado de todo un poco.
-
Cuidar para que los niños no salten las comidas, organizando una rutina de
comida y siendo constante.
-
Preparar las comidas con ingredientes frescos y naturales, siempre que puedas
- Considerar la tabla de pesos y medidas que ofrecemos y la que determine el
pediatra de tu hijo. Y en el caso de que el bebé o niño no presente un cuadro
de medidas dentro de la normalidad, hable con el pediatra acerca de forma de
poder mejorar la situación.
-
Ofrecer una alimentación variada en carnes, harinas, verduras, frutas etc.
-
Ofrecer muchos líquidos a los niños especialmente en temporadas de mucho calor
y después de que practique ejercicios físicos. El agua es una buena fuente y un
fluido que no tiene calorías.
Los
errores de los padres en la alimentación de los hijos
- Obligar a que el niño coma más de los que
puede
- Premiar un buen comportamiento con golosinas y otros alimentos calóricos.
- Castigar al niño sin comida por si presenta alguna conducta desfavorable.
- Festejar cualquier acontecimiento importante de la vida del niño ofreciéndole una "comida basura".
- Permitir el consumo diario de chuches, bollos, bebidas gaseosas y azucaradas.
- Ofrecer, con frecuencia, platos precocinados por la falta de tiempo.
- Premiar un buen comportamiento con golosinas y otros alimentos calóricos.
- Castigar al niño sin comida por si presenta alguna conducta desfavorable.
- Festejar cualquier acontecimiento importante de la vida del niño ofreciéndole una "comida basura".
- Permitir el consumo diario de chuches, bollos, bebidas gaseosas y azucaradas.
- Ofrecer, con frecuencia, platos precocinados por la falta de tiempo.