.Nutrición para su Bebé
El bebé de seis meses ya debe empezar a comer papillas
Lunes,
05 de Marzo del 2012//10:45 hs.
La
lactancia materna es muy importante en la alimentación del bebé y debe ser
exclusiva hasta los seis meses de edad, lo cual implica que no se debe incluir
aguas o mates en esta edad. Pero esto no significa que a los seis meses se le
deba quitar el pecho sino que se debe seguir al menos hasta los 24 meses o por
libre demanda si es posible, lo cual lo inmunizará.
Sin embargo, en estos momentos es necesario iniciar la
alimentación complementaria es decir introducir nuevos alimentos en el régimen
del niño, señala la nutricionista Faviola Jiménez, directora de la Red Peruana
de Alimentación y Nutrición en Salud en RPP.
Los estudios señalan que en el caso de Perú, los niños tenían
sus curvas en positivo pero luego de los seis meses la situación de salud de
los niños empezaba a decaer porque les quitaban la leche materna
El bebé puede comenzar con sus primeras papillas al llegar a los
6 meses, de manera paulatina. Y esto tiene que ser de a pocos porque el
estómago del niño es muy pequeño, equivalente a un vaso chico y por eso no se
le debe llenar con sopitas sino con papillas que contienen nutrientes.
En esta etapa, la alimentación es mixta o complementaria, ya que
la introducción de los primeros semisólidos tiene una función más de
aprendizaje que de nutrición, pero la alimentación básica del bebé seguirá
siendo la leche.
A comer bien se aprende porque la alimentación es un hábito.
Cuando el bebé comienza a introducir sus primeros alimentos, comienza a
formarse el hábito alimenticio que lo acompañará toda la vida. Las mamás tienen
que tener mucha paciencia a la hora de darle la primera papilla al bebé.
Ocurrirá que la rechazará porque es la primera vez que un gusto distinto a la
leche ingresará a su boca y como no lo conoce, la rechazará. Hay que insistir
con paciencia y palabras cariñosas para darle confianza al niño.
En esta etapa, podemos comenzar a darle purés de verdura, papa,
zanahoria, zapallo; cereales (precocidos o no) y purés de frutas como manzana,
plátano, pera. La fruta puede ser natural o cocida tipo compota, ya que aportan
vitaminas, proteínas, minerales y fibras. Las compotas que se expenden en los
súper mercados se pueden emplear en casos en los que no se le pueda dar una
hecha en casa que es lo más aconsejable.
Es aconsejable que se le haga probar al niño todos los sabores
suaves o diluidos para que aprenda a diferenciar lo dulce de lo salado, por
ejemplo. De ese modo cuando llegue al año ya podrá comer de la olla familiar.
Esto es sólo una guía de consulta. Antes de incorporar un
alimento a la dieta de tu bebé se debe consultar con el pediatra de cabecera.
Algunos consejos para comenzar:
Se deben cortar los alimentos en trozos muy pequeños así
evitaremos que el niño se atragante.
La temperatura de las papillas deberá ser tibia.
A partir de los 7 meses, la carne -ya sea roja o blanca- debe
ser cuidadosamente cortada en pequeños trozoa.
Hay que tener cuidado si le damos al niño pan para que se
entretenga, ya que si tiene miga puede formar un bolo en la boca.
No es necesario agregarle sal a sus comidas, porque ellos no
están acostumbrados a los sabores salados, y no es saludable abusar de ella. No
obstante, hay alimentos que no tienen sabor sin sal (por ejemplo la polenta, o
las pastas), en ese caso, colocar solo una pizca.
Cuando le damos la primera comida al bebé, le ofreceremos una
papilla salada, y un postre, que en un principio es conveniente que sea un puré
de frutas.
Los bebés también deben tomar una bebida en el almuerzo, así
como lo hacemos los adultos. Lo ideal es que tomen agua, ya que las gaseosas
contienen gran cantidad de azúcar y le quitan el apetito, además de que
predispone a la aparición de caries.
A los 6 meses el bebé ya esta maduro como para sentarse,
mirar la cuchara y abrir la boca, la lengua ya no se viene tanto para adelante,
pero no olvidemos que en esta etapa la inclusión de los alimentos es un juego,
tenemos tiempo hasta el año para que el niño “coma bien”.
Recién en este momento los alimentos cubrirán todas sus
necesidades biológicas y la leche pasará a un segundo plano. No hay que
desesperarse si al principio el niño no come “bien”, es como un juego, puede
escupir o rechazar el alimento y esto es normal. De cualquier manera hay que
insistir a modo de juego. También hay niños que empiezan a comer bien a los 8 o
9 meses.
Al principio hay que dejar que el niño haga lo que desee. Por
ejemplo, querra chupar o succionar la cuchara. Déjelo hacerlo.
En un comienzo, las texturas deben ser ni líquidas ni espesas e
ir variando a medida que el bebé las vaya aceptando, no licuadas o muy
procesadas. Es conveniente hacer el puré con el tenedor.
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